Historias de San Luis: ¿Qué pasó con los boliches tradicionales de San Luis?
De los boliches tradicionales de San Luis no ha quedado ninguno funcionando como tal.
Y menos aquellos que ofrecían espectáculos.
Este pensamiento aparece cuando el domingo pasado en este mismo espacio hice referencia al Boliche Don Miranda.
Muchos años funcionando, es patrimonio cultural, y se encuentra en plena actividad con diversidad de espectáculos.
En la ciudad de San Luis, ese tipo de lugares, con tanta tradición e historia, no han quedado.
Por supuesto que hay hermosos salones o confiterías o restó o pubs donde se presentan artistas locales, nacionales e internacionales.
Pero uno que tenga muchos años de funcionamiento en el rubro no hay.
De los últimos que cerraron y eran lugares de permanentes encuentros y espectáculos puedo citar a La Cueva del Chancho, luego Panacea y también otros nombres, pero siempre en el mismo domicilio: avenida España casi Maipú.
También tuvo su vigencia y permanencia Parrillada Mi Rancho de don Eduardo Morcón, dónde viernes y sábados se presentaron durante muchos años artistas de folklore y de tango. Todos los fines de semana.
Por supuesto que hubo otros locales que ofrecieron espectáculos por algún tiempo en forma casi permanente.
Pero ese tiempo de existencia fue relativamente corto comparado con los dos locales que menciono, y terminaron cerrando.
Por supuesto que el mundo va cambiando.
Afortunadamente hay muchas fuentes de trabajo para los artistas, y la promoción tiene como principal eje las redes sociales.
También algunas radios y portales contribuyen a la difusión.
Pero el enfoque era pensar en qué se convirtieron esos boliches tradicionales que tenía la ciudad de San Luis, dónde se combinaban comidas, tragos y cantores.
En esta columna hemos recordado a muchos de ellos.
Pedro Apez.
Hagamos memoria juntos: Mario Serante, Kecho Flores, Doña Hortensia, Las Tres Perdices, Pedro Apes, El Tropezón, La Niña Molina, Rusito Gómez, Doña Felipa, Ricardo Ortiz, Don Buci y Cacho Quiroga, como canta Juanón Lucero en su tema Recordando Boliches.
Añadimos: Don Enrique, La Gaviota, Restaurante y Bar El Buen Amigo, que luego sería el Bar Irusta en Justo Daract y Ejército de los Andes; Tango Bar, el bar Chile, Doña Aurora, bar El Globo, Doña Blanca y Delicias Cuyanas.
Bar Irusta.
Esos lugares recordaba. Y hay muchos más que hemos citado con lujo de detalles en este espacio. Pero ya no están.
Combinaban historias, gastronomía y espectáculo.
Bar Chile.
Verdaderos patrimonios culturales del pueblo.
Ah, y a falta de DJ estaban las máquinas Aconcagua.
¿Cómo que no se acuerdan o que no saben de qué se trata?
Ya al buscador de nuestras historias en El Chorrillero.
Allí van a encontrar las máquinas Aconcagua en nuestras historias de boliches de San Luis.
Hasta nuestro próximo encuentro.